Comprar en Madrid una buena pasta fresca es cuestión de elegir bien el lugar.
Laboratorio de Pastas abre en la capital dos tiendas y ya es la comidilla de los entendidos destacando varias especialidades.
En diciembre del 2006 estuve por segunda vez en Buenos Aires, alojada en casa de mis amigas Graciela y Marta en la calle Maza esquina Moreno. Una casa amplia donde la azotea ejercía de terraza de varios niveles para poder hacer vida en el verano austral. Bancos, plantas, troncos, mesas donde leer…aquello era un vergel en plena ciudad.
También tenían un pequeño rincón con una barbacoa de piedra donde se hacía cada domingo, según la tradición, un asadito con todos los honores hispano-argentino que le podíamos dar (esa historia ya la contaré otro día).
Un domingo no hubo asado porque me iban a sorprender con pasta fresca y para ello me llevaron a La Favorita para elegirla, comprar y hacerla en casa. Por entonces en España yo no conocía este tipo de tiendas, allí había infinidad de tipos de pasta de todos los colores con multitud de rellenos y sus respectivas salsas. A elección del cliente. Aún tengo esa imagen en el recuerdo igual que el sabor de los raviolis rellenos de espinacas y ricota que elegí.
Quince años después al visitar la tienda Laboratorio de Pasta en la calle Lagasca 62 (también tienen otro en Barquillo 4, Madrid) todo eso me vino a la cabeza.
Tengo que decir que, a primera vista, más que una tienda de pasta parece una joyería. El local decorado con un gusto exquisito llama la atención desde el primer momento.
Mientras esperas puedes disfrutar de una selección de las mejores arias de ópera y elegir productos gourmet italianos. Desde vinos, pasando por salsas, pastas secas, aceites, quesos, conservas….
Todas las mañanas Rodrigo Gaubeca elabora diferentes pastas artesanales que cambia diariamente. Taglionini, spaguetti, parpadelle,raviolis,sorrentino…. Un espectáculo donde hacer una selección se hace complicado porque te lo quieres llevar todo a casa.
Ejemplo tengo varios: Sorrentino Melanzane, relleno con berenjena y scamorza,(adictivos), los raviolis de foie o los zucca, con calabaza y parmesano. Añado los tre formaggi y confirmo que los quesos utilizados (parmesano, ricota y azul), son de calidad.
También he probado los Tagliatelle negros con tinta de calamar a los que añadí unas gambas salteadas apenas unos segundos en la sartén y aceite de oliva Virgen Extra. Un plato sencillo para quedar bien con todo el mundo.
Por último, y no menos importante, de nota y de agradecer, las explicaciones y consejos que aportan para preparar la pasta fresca (hoja explicativa incluida) y el packaging tan elegante y bien preparado. ¡Que te llevas joyas vamos!
En fin, que lo difícil será decantarte por alguna de sus especialidades, que son muchas y variadas. Ya estoy pensando cuál será la mía en la siguiente visita.