Una gran respuesta de congresistas (1,184), visitantes (25.812) y empresas expositoras (211) a la mayor oferta de contenidos de sus 22 años de existencia, ha convertido
Madrid Fusión en la edición en la más grande e internacional de su historia.
Eso sí, cada vez más la diferencia entre lo que pasa en el auditorio y lo que hay fuera se agranda. En primer lugar, destacar la ausencia de empresas privadas en favor de las instituciones (son las que tienen el dinero se dice por ahí), y por otra la similitud de otras ferias en cuanto la variedad de los stands.
En el auditorio pasan cosas constantemente repitiéndose algunas. La diferencia entre ponentes es abismal. No hay más que ver las colas que se forman para ver a Dabiz Muñoz o Joan Roca por ejemplo y la cantidad de gente que se queda fuera. El problema está detectado, ahora hay que buscarle la solución.
Hay muchos congresistas y/o periodistas que entran dos ponencias antes para asegurarse su sitio y no perderse las top por ejemplo.
Dejando a un lado estos detalles creo sinceramente que lo más interesante de esta edición ha sido Dreams, el espacio dedicado al futuro y que ha puesto nombre a muchas carencias en nuestro sistema alimentarios. Porque una cosa es lo que pasa en el auditorio y otra muy distinta lo que el día a día nos ofrece.
El mejor ejemplo fue la ponencia inaugural del director de alimentación de la consultora líder en estudios de mercado Kantar, Joan Riera dando las cifras de sus estudios anuales sobre la alimentación en España. Sí, nos ha quedado claro que una cosa es lo que se dice que se come, otra lo que nos gustaría comer y, por último, lo que comemos realmente.
“El 60% de la población asegura que se decanta por ingredientes frescos para llevar una dieta más sana, y un 73% prefiere alimentos de proximidad, pero la realidad es el auge de la comida extranjera o de alimentos procesados como las patatas fritas de bolsas, cuyo consumo ha aumentado un 50% en los últimos diez años”. No deja de ser preocupante.
A partir de esta primera se sucedieron encuentros muy interesantes como la titulada “Modernizar y dignificar el oficio del agricultor” que planteaba la dificultad de repercutir los costes en de la mejora en las prácticas en sostenibilidad en el precio final del producto y que el consumidor lo pague.
La última sesión del día llenó el pequeño espacio de Dreams(espero se amplíe para la siguiente edición) con la mesa redonda sobre el caso francés del “fait maison”, ley que pretende obligar a la restauración vecina a detallar qué platos no elabora en casa de su propuesta.
Entre las gradas se encontraba como oyente Ferrán Adriá que participó reconociendo que “en la alta cocina se hacen muchas cosas fuera de casa” mientras que Pedrito de Bagá añadía que “yo lo hago todo en casa”
Sólo doy algunas pinceladas de lo ocurrido en el espacio Dreams aunque insisto, creo que fue de lo mejor que ocurrió en esta edición de Madrid Fusión. Todas y cada una de las mesas redondas o de las ponencias que había en el cartel tenían algún interés. Un formato ágil y fresco que plantea la problemática de la alimentación, que agita conciencias y donde la realidad que vivimos algunas veces nos sobrepasa. No todo pasa en la alta restauración, aunque es verdad que es lo que más sobresale.
Lo que no cabe duda es que Madrid Fusión se reinventa y se adapta cada año. ¡Y en este me ha dado una gran alegría que invita a soñar- Bienvenido Dreams!