Hace unos días Madrid celebró la VII Edición de MadrEat en Azca. Tres días donde la comida de calidad estuvo presente en la calle, un lugar, como lo denomina la organización, “lleno de talento y pasión por la comida”.
Hace ya meses que este movimiento conocido como “FoodTruck” está de moda en nuestro país y uno de los precursores es Koldo Royo, quien dispone de su propio camión en Mallorca y elabora desde hace mucho tiempo esa comida de calidad.
El mes pasado se presentó oficialmente Madrid Food Truck Association una asociación independiente, sin ánimo de lucro, que promocionará, impulsará y difundirá los food trucks con nivel de excelencia en Madrid, como un modelo turístico gastronómico móvil premium de prestigio, innovador, competitivo y participativo.
Y mientras todo esto ocurre, los madrileños se echan a la calle. Es una gran verdad que los que aquí vivimos no necesitamos demasiadas (o ninguna) excusa para salir a cualquiera de los actos o actividades que siempre existen en la ciudad.
Y por alguno de estos motivos que hacen de esta ciudad mágica esta edición ha sido un éxito de organización, público y participación.
Sesenta y dos puestos, caravanas, camiones pitados de diferentes colores y olores rodeaban el parque. Banderitas de feria y fiesta de la comida, de buena comida.Salado y dulce. De lo de aquí de toda la vida y lo de aquello que nos atrae de otros rincones.
Fiesta a la que se suman familias, parejas, jóvenes, turistas sorprendidos y foodies que pasean sus copas de vino entre los camiones, sentados con sus cervezas y sus bocados al lado de la fuente o simplemente, descansando en el césped y disfrutando del precioso día.
Entre tanta oferta hay que decantarse y mientras paseas con una buena cerveza La Virgen …
… mi primera parada fue para visitar al equipo de La Cesta por Óscar Velasco, dos estrellas Michelín que merece la pena degustar.
Una extraordinaria tosta de sardina ahumada por ellos mismos abre boca.
Sigo con unas albóndigas de pato con salsa de foie y tomate que no dejan indiferente a nadie. Difícil de superar la verdad, trato y comida exquisito.
También me pasé por K’lamardo donde un estupendo bocadillo de calamares (fritos en aceite de oliva, rebozados en harina de garbanzo y maíz, con lechuga fresca) con salsa tártara me recordó que en Madrid aún se puede encontrar lugares donde este clásico no sólo es grasa y el calamar, simplemente es un buen calamar. Sencillo pero difícil de conseguir.
Y para terminar, un perrito con salchicha de autor, kepchup y mostaza con miel acompañado de unas excelentes patatas.
Esa fue mi elección, aunque es obvio que hay de todo para todos: pescadito frito, argentinos, peruanos, indios, mexicanos, vegetarianos, bocatas varios, hindú, tacos de autor, ensaimadas y cocas…
…sushi, cocina asiática, pizzas, quesos, creps, sándwiches chilenos, hamburguesas, zumos, helados, alcachofas gourmet, caza de autor, tartas y cup-cakes…
Carnes a la parrilla, pulpo, cocina asturiana, croquetas……. Abre el apetito sólo mencionarlo de nuevo.
Un gran espacio que, estoy segura, tendrá un gran futuro y una experiencia que pienso repetir.