Hoy en día no es fácil sorprender. Tras más de veinticinco años organizando eventos relacionados con el turismo y la gastronomía, he de reconocer que muchos actos a los que acudo me dejan indiferente o con ese sabor amargo pensando qué se más podría haber hecho .
Pero es verdad que cuando menos te lo esperas, cualquier día aparece ese destello que ilumina los ojos y te dejas llevar, te rindes. Te dejas guíar, te acunas en los brazos mágicos de un momento en el que el disfrute comienza desde el primer segundo.
Y así fue en el Restaurante Coque de la mano de Cristina Tierno, la agencia Efecto Directo y el IVDP (Instituto dos Vinhos do Douro e do Porto) en una merienda –cena preparada magistralmente desde el inicio.
Todos los platos, sin excepción, fueron redondos armonizados por vinos de Oporto que no sólo sorprendieron, también nos permitieron poner al día nuestros conocimientos sobre ellos y aprender un poco más.
Comenzamos en la bodega del restaurante donde nos deleitan con dos cócteles a base de Vinos de Oporto: Porto Pink( tónica de pimienta rosa, naranja y menta) y un Dry Martini Ambrato.
Ya en la mesa, y tras ver el menú, todos estábamos expectantes, sobre todo con dos platos, por la complejidad y rotundidad de la combinación de los productos elegidos. ¿Aguantará el vino?
El primero, Guiso de Callos a la Madrileña con Erizo de Mar, puré de Pochas con curry verde y Trufas Melanosporum nos hace dudar. Plato contundente en sabores para un Kopke Tawny Colheita del 89.
Un generoso de veintisiete años ámbar rojizo envejecido en madera con toques de cerezas confitadas y albaricoques secos con un final meloso que dio una réplica impecable, plantó cara y encontró el equilibrio perfecto.
Sin duda fue el comentario general de mis acompañantes más cercanos: Isabel Míjares, Paco Becerro y Ana Alonso de Letanmedía, quienes nos mirábamos asombrados.
Continuamos con Ravioli Meloso de Rabo de Toro, tendones de Ternera con jugo de Cochinita Picante.
Los hermanos Sandoval arriesgan fuerte por la carne de toro bravo, “la carne del futuro y por lo que apostamos” según palabras de Diego y que poco a poco la van incorporando en su cocina.
Un Dow`s late Bottled Vintaje 2009 es el vino elegido.
Color rojo intenso, con cuerpo y fuerza. Sabroso, equilibrado y con pinceladas frutales como la ciruela y la frambuesa aportan un toque elegante y complementan la armonía de sabores.
Como postre un Cremoso de Chocolate y Menta con frutas exóticas que va con Taylor´s Quinta de Terra Feita Vintage 1996, con toques de regaliz y chocolate; aterciopelado y redondeado en boca.
Para finalizar, una grata sorpresa para mí. Tabla de quesos con Idiazábal curado, Majorero y Stilton. Un juego en el que podríamos catar con cualquiera de los cuatro vinos ofrecidos.
Los quesos elegidos eran una maravilla, aunque sobresale el Stilton, el cual disfruté detenidamente con un Vintage y los comentarios sobre la acertadísima armonía ofrecida. (Simpático guiño hacía Isabel Mijares para que la palabra maridaje sea desterrada de nuestro vocabulario).
Y todo esto en un día en el que, literalmente caían “chuzos de punta” y lo que más te apetecía era quedarte en casa mirando por la ventana.
Hasta que llegué a Coque y entonces sólo quería estar ahí.
Enhorabuena y gracias!