Candeli: Tributo al producto

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Cada día que pasa busco local de producto y “verdades” cuando salgo a comer fuera de casa. Es cierto que me aburren los circos con triples saltos mortales y juegos malabares en la cocina.
Cansada de ver cómo se estropea una extraordinaria materia prima en la cocina o cómo sencillamente la disfrazan de carnaval, ya tengo mis elegidos.
De ahí que, en la famosa calle Ponzano de Madrid, tengo dos referencias, Arima con Nagore a la cabeza y de la que ya escribí en su día, (sus croquetas Stilton y su morcilla de Beasain son memorables) y Candeli de la mano de los hermanos Rivera
Como apenas son cincuenta metros los que separan a ambos, me pasaría el día entre uno y otro. Eso sí, hoy toca hablar de Candeli.

 

Dispone de dos espacios diferenciados: la entrada al local, muy abierta y con mesas altas donde puedes picotear, comer o tomarte un vino. Por cierto, disponen de venta de botellas tipo vinoteca con unos precios muy ajustados por lo que puedes llevártelo a casa o elegir uno de ellos y se cobra el descorche. Una idea muy, muy buena porque además tienen referencias interesantes.
El restaurante en sí tiene varios ambientes donde instalarte según tus necesidades, más íntimo con vistas a su olivo o en una sala más grande.
De su carta, amplia y variada hay algunos “imprescindibles” que te animo a probar, sobre todo los productos que se elaboran al momento en las brasas. Y no me digáis que el aroma y sabor que da una buena leña no es una maravilla.
Para empezar una chistorra como las de toda la vida, de Arbizu que ya es una declaración de intenciones en toda regla.
Puedes continuar con los pimientos asados de cristal (no podrás comer sólo uno, te aviso), son de escándalo.
Si te va el pescado y el marisco este es tu lugar. La gamba blanca de Huelva destaca por su sabor y por su precio. Está tan ajustado que es un verdadero pecado no pedirlas. (21 € la ración pero la foto corresponde a media)
Y ahora vamos a los platos principales que no te dejarán indiferente.
En primer lugar, tomamos el Rape de Tripa Negra Braseado. Si yo fuera tú en estos momentos estaría salivando sólo con leer el nombre del plato.
 Hacía tiempo que no me encontraba con tanta sutileza, la carne del rape en su punto acompañada de su ajada, buen aove y unas verduras. Simple y llanamente; no es necesario nada más.
Teniendo esas brasas no podemos quedarnos sin carne (muy buenas carnes) y para ello tienes varias opciones para degustar el solomillo. Puedes pedir el steak tartar cortado a cuchillo y preparado a la vista, o en daditos.
Nosotros nos decantamos por el centro de solomillo a las brasas poco hecho, como debe ser. Mantequilla pura, un vicio para los carnívoros como yo.
Acompañamos todo el menú con dos vinos: una garnacha blanca elegante y potente de Lafou y un Ribera afrutado, redondo en boca, sabroso y aterciopelado.
De postre disfruta con un coulant de chocolate, por ejemplo. Otra vez, destaca la calidad del producto y la ejecución del plato.
¿Y cuál es el secreto de Candeli? Producto de primera y de temporada con unos proveedores que son capaces de servirle dos veces al día si es necesario. Amor por las cosas bien hechas y al momento, un equipo comprometido y que funciona como un reloj suizo.
Una atención al cliente y servicio de sala muy atento, sin agobiar, grandes profesionales.
Comer en Candeli es una delicia que no te puedes perder, es una jugada maestra donde sabes que no te van a fallar y sales siempre ganando.
Ticket medio: 40-50 €
Restaurante Candeli
C/Ponzano 47-Madrid
TF: 917 37 7086
http://restaurantecandeli.com/

 


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