Llegan los quesos helados de la mano de Formaje

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¡Ya está aquí el verano! Vacaciones, sol, playa, paseos sin prisa y un helado en la mano. ¿Os suena esta imagen? Sí, la típica del estío.

En los últimos años, además de la oferta clásica, podemos encontrar los sabores salados en helados: morcilla, tortilla de patatas, wasabi o boquerones en vinagre, por ejemplo. En esta variedad para todos los gustos, faltaba la variedad de un producto estrella: el queso artesano. ¡Y por fin ha llegado!

Formaje ha creado una línea de helados de quesos artesanos, o mejor dicho, quesos helados, para que sigamos disfrutando de los quesos paladeando ese producto que tanto nos gusta y refresca. No se trata de un helado con sabor a queso, no. No han aromatizado la leche para que sepa a queso. No, siendo fieles a su filosofía quesera han conseguido elaborar un producto con la textura y el sabor del queso, pero helado. Sin saborizantes ni aditivos artificiales.

 

Adrián Pellejo y Clara Díez son Formaje (su tienda, en Plaza Chamberí, 9, en Madrid). Llevan trabajando desde febrero en este nuevo proyecto con un heladero de Villena, José Luis de Funderele.

Han estado investigado y trabajando con una base de leche fresca de sus ganaderos y la selección de los mejores quesos de su tienda de Madrid. La fórmula ya tenía los ingredientes básicos para no fallar. Y no lo han hecho.

Seis han sido los elegidos para empezar, aunque avisan que no serán los únicos. (Yo también aviso: vuelan. Si quieres probarlos, reserva y corre a por ellos) Ya están con pruebas con otros tipos de queso que estoy segura tendrán unos resultados excelentes.

Cata de helados

Para elaborarlos llamaron a José Luis, maestro heladero y eligieron los quesos, que, por cierto, son lo que desde un principio pensaron, no se ha cambiado ninguno. Para los helados de cabra,  Elvira García, vaca, Airas Moniz y por último, oveja con Valdivieso.

Comenzamos la cata, en la que me acompaña Adrián, con el helado de requesón y miel. Lo primero que sorprende es la textura, cremosa y fundente. Esta textura será una de las características en todos los helados y junto al sabor, una de las protagonistas de todo.

Fundente y con un elegante toque de niel que no invade. Me viene a la cabeza  acompañarlo con unos piñones tostados que le van a dar el punto canalla.

 

Adrián Pellejo
Adrián Pellejo

Así es el primero de sus helados.

Para el segundo, el yogur de leche de cabra de Elvira García. Para los que conocemos esta quesería es fácil imaginarlo, es más, si cierras los ojos es igual a comértelo directamente del vasito. Para acompañar te sugiero cualquier trozo de fruta de temporada.

 

Queso helado de yogur Elvira García

Nos falta el antojo personal de Clara, el de Crème fraÎche BIO de La Haute Folie con galletas de mantequilla. Aquí predomina la galleta y mantequilla quitando protagonismo a la Crème. Prueba a ponerle unos trozos de chocolate puro.

Si los tres primeros ya son para sentarse en el sofá con cuchara, tiempo y una buena serie o película, prepárate para los tres siguientes y por lo que en verdad sí se deben llamar queso helado.

Luna Roja de Elvira García es un queso de coagulación láctica con pimentón en la corteza que le aporta un toque ahumado. Stinton Colston Basset e Idiazabal ahumado de Julen, (quesería Kortariko Gasna) el ganador en las dos últimas ediciones del concurso de Ordizia al mejor Idiazabal, son los otros tres elegidos.

De todos ellos debo decir que es sencillamente, comer el queso a trozos, frío, con todo su sabor, pero con la textura de un helado. Sutiles, elegantes, refrescantes. Empiezas y quieres más.

En el caso del Idiazábal, al que le ponen escamas del propio queso, la sensación es desconcertante y muy agradable.  Sorprende una vez más la textura del queso helado (y perdonad que insista) pero me daréis la razón.

De entre los tres, tengo mi favorito. Aunque reconozco que costó decidirme. El de Stilton es sencillamente, una maravilla. Gozar de ese queso helado, con un toque elegante de picor es una tentación a la que no se puede renunciar. Ayuda que el queso de por sí, es cremoso. Me quedo con este. Además, como tenía en casa un trozo del mismo queso se me ocurrió ponerle unos trozos y gloria bendita.

Con el Idiazábal de Julen me sorprendió el toque ahumado ya que nunca he probado uno así. Y los trozos casi minúsculos de queso que hacen que la experiencia asombre y divierta.

En cuanto a Luna Roja, echo de menos la acidez del propio queso, aunque el toque a pimentón resulta fascinante en boca.

Como dije al principio, Clara y Adrián han creado un producto que es una apuesta segura. En primer lugar, seleccionando los quesos y la leche cruda de las queserías.  Siguiendo por elegir a un maestro heladero para elaborarlos y tercero, por ser totalmente naturales. Además, no se añade azúcar si no panela. Ideales para platos dulces o salados.

Ya abrió camino Fernando Sáenz con su Queso Galmesán, una pasta cocida gallega de larga maduración que el pasado año comenzó a elaborarlo para un cliente y a día de hoy lo ofrece en su heladería de Logroño, DellaSera.

Sin duda junto a los de Formaje son los mejores helados de queso que he probado.

Una manera distinta y divertida de seguir consumiendo queso en estas fechas en las que el consumo, y la venta, baja considerablemente. Todos se puede combinar con los toppins que se te ocurran. A la venta en sus tiendas en formato medio kilo por 12,90 € la unidad.

El formato de presentación nos recuerda a unas joyas. Elegante y muy práctico para el transporte a casa. Reserva que en cuanto han salido han empezado a volar.

Es hora de elegir película y sentarse en el sofá. ¿Con qué queso helado  te quedas tú?

 

 

 

 


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