Soy chica de barra, qué se le va a hacer. Sí, reconozco que sentada en un taburete cómodo (que es parte muy importante) me lo paso muy bien comiendo y viendo el trasiego de cocina, camareros y clientela.
Eso sí, la barra de Arima Basque Gastronomy es diferente al resto si Nagore está detrás. Es como montarse en la mejor atracción del parque, es no saber cuál será la próxima curva o el siguiente looping. Es divertirse a raudales y disfrutar con la comida.
Nagore adora el producto y quiere lo mejor para su local, se preocupa tanto por él que viaja constantemente para traer lo mejor a su cocina. Desde el pan, que llega cada dos días de Pontevedra, hasta los productos más identificativos del norte de España.
Y el colmo ya es que los trata con mimo en la cocina respetándolo para que nosotros sencillamente lo degustemos.
Y luego está ella, Nagore, un torbellino de energía y fuerza, de buen humor y risas que se mueve como pez en el agua detrás de esta santa barra. No te extrañe que suba la canción y se ponga a cantar o que se siente a tu lado para comentar el plato. Un huracán vamos.
Cerveza de grifo bien tirada, una carta de vinos divertida y una selección de 36 vermuts diferentes. Hay de todo para todos, ¿quién dijo que el vermut ha muerto? Venga, pide una Gilda para comenzar que es lo que toca.
En cuanto a sus platos, todos ellos destacados, te recomiendo que no dejes de probar sus croquetas.
Como bien dice Ana Hernández, la de Stilton ha pasado al top1 de Madrid sin duda. Es la croqueta perfecta desde el rebozado, hasta el color, la textura y el sabor. Estáis avisados.
Con la morcilla de Berasaín pasa lo mismo, acompañada de unos extraordinarios pimientos del piquillo es un plato para repetir un par de veces. Eso sí, toma la morcilla con el pimiento y luego me lo cuentas.
Otro mundo aparte son los puerros y perdonarme que insista, producto, producto, producto. Viene acompañado de tartufata con miel que no os recomiendo que la pongáis en estos súper puerros.
Le sobra y por eso viene aparte. Cómelos sin miedo y con la mano para disfrutarlos mejor. El poder de lo simple.
Si te gustaron los pimientos que venía con la morcilla otro de sus platos estrella es esta tosta casera acompañada de ventresca y piparras. Me quedé sin calificativos, lo siento. ¿Me pones otra por favor?
Cazuela de huevos de caserío (¡vaya color y sabor!), con hongos a la crema y patata paja, carrillera de vaca guisada con puré de patatas (no necesitarás cuchillo) o las mollejas con salsa de oloroso pueden ser unos ideales platos para compartir.
Como mi compañera Ana y yo íbamos a probar poco y mucho, añadiría el falso risotto con Idiázabal si os queda sitio para el salado, que el postre lo tenía yo claro desde el principio.
Manzana reineta asada (no podía ser otra) con salsa inglesa, crumble y helado de almendras con Pedro Ximénez para terminar.
Arima Basque Gastronomy no es un local más de la calle Ponzano, es el lugar. Fresco, divertido y lo más importante, con grandes productos sin subirse a la parra. Nagore demuestra que no hay que pagar una pasta por comer bien. Sin duda será una de las premisas que hará que llegue muy lejos.
Sé que los fines de semana está hasta arriba por lo que si tienes oportunidad pásate entre semana y tómate tu tiempo para tomarte un cocktail de vermút o txacolí.
Notas personales: Arima tiene barra sí, y también mesas para sentarse.
Dispone de tabla de quesos, no te vayas sin probarlos.
Gracias Ana Hernández por la gran foto de Nagore
Arima Basque Gastronomy
C/Ponzano 51
TF: 911 09 15 99
Ticket medio:36-40 €