Fuego, brasas y parrilleros. Aquí no sólo se sirve carne, en Bar de Fuegos todo lo que se puede hacer al fuego, se hace. Y si no, lo inventa el chef Mauricio Giovanini (1 estrella Michelín).
“Sin embargo, sospecho que, por encima de todo, asar la carne al fuego conmemora en la actualidad el poder trasformador de la misma cocina, ya que de ninguna otra manera se nos manifiesta de forma tan clara y explicitita que cuando la leña, el fuego y la carne se unen bajo el imperio aromático del humo”
Michael Pollan- Cocinar.
El fuego nos cambió, nos hizo evolucionar y nos pasamos a tener un cerebro grande en vez de un estómago grande. Sentimos fascinación por él, nos atrapa mirarlo y ya no podemos vivir sin él.
Son varios los establecimientos en España que tienen fama de poder, de alguna manera, controlarlo para que los alimentos saquen lo mejor de sí. Pero no todos lo logran.
En Madrid tenemos un nuevo restaurante que, de la mano del chef Mauricio Giovanini podemos saborear no sólo carne, también pescados, postres y todo aquello que pueda pasarse por sus hornos y parrillas.
Situado en Chueca, (calle Barbieri9), Bar de Fuegos es una apuesta que se va consolidando poco a poco. Abrió sus puertas a finales del mes de Mayo y ya tienen el rodaje bien hecho.
Un espacio acogedor, amplio y que sorprende. No sólo por la decoración, a cargo de Pato Duhalde, también por tener la parrilla y horno a la vista para poder ver en todo momento tanto los alimentos que se están cocinando como el trabajo de los parrilleros.
Es por ello que la cocina vista es la gran protagonista de este restaurante de la mano de Facundo.
El menú comienza con dos entrantes que tienen mucho tirón, los Chipá y los Nem.
Los primeros son pequeños panecillos rellenos de queso y mandioca, perfecto para comenzar. Bocados individuales muy resultones.
En cambio, con los Nems la cosa cambia. Langostinos a la brasa con salsa agripicante que se comen envueltos en lechuga con hojas de menta y cilantro. Dos bocados se necesitan para acabarlo con la seguridad de querer uno más. Destaca lo sabroso y la combinación de sabores.
Y por último., coliflor asada con especias, crema de kimchee y nata agria. Un gran plato para los que nos gusta las verduras
Los platos fuertes del menú, y para comprobar la maestría del parrillero, es un rodaballo y un lomo alto.
El rodaballo tiene el punto justo, yo lo hubiera preferido un poco menos (cuestión de gustos nada más) y lo acompaña verduras también a la brasa.
En cuanto al lomo alto, poco hecho of course, se nota la calidad de la carne y sí, también el punto del parrillero. Ese toque ligero y elegante del carbón, muy sutil, que lo hace aún más jugosa. ¡Perfecta! Por cierto, la carne es argentina.
Como acompañantes a la carne pedimos unas patatas y batatas fritas,el contraste perfecto para que la carne nos supiera mucho mejor.
En un arranque de valentía nos atrevimos con una molleja con tomates Cherry salteados, plato que recomiendo a todos los amantes de la casquería (y los que no deberían ir probando cosas). Jugosa y de nuevo con el toque de humo que tanto me gusta.
Su carta de vimos es amplia y para todos los bolsillos, con protagonismo de vinos argentinos. Para este menú se eligió como blanco Ekam, riesling y albariño de la D.O Costers del Segre y como tinto Tarcuil Ro, Malbec y Cabernet Sauvignon de Salta, Argentina (un señor vino).
Por último, y sin desmerecer, el toque dulce lo puso la piña a la parrilla con soda de lima y pisco. Refrescante y perfecto para finalizar la comida.
La tarta cremosa de chocolate con helado de vainilla es un buen fin de comida/cena para los amantes del dulce.
No es normal este menú que os comento la verdad, pero éramos cuatro personas con la intención de probar varias cosas para hacernos una idea.
Aquí no sólo puedes encontrar lo que os he dicho, es perfecto para una comida rápida pidiendo alguno de sus entrepanes y una cerveza 15 €, elaboran tres pizzas, hay alguna hamburguesa… las posibilidades son amplias y para todos.
Ticket medio 33 € persona.
Bar de Fuegos
Barbieri 9-Madrid